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Sufrir un robo es una experiencia muy desagradable y cuyas consecuencias van más allá de las pérdidas económicas y los posibles daños sufridos en la vivienda. Si además tenemos la mala fortuna de coincidir con los ladrones, la situación es todavía más delicada y peligrosa. Las pérdidas económicas pueden paliadas, parcial o totalmente, por el seguro del Hogar, si lo tenemos contratado. El impacto emocional es otra cosa.

El consejo que los expertos en seguridad es no enfrentarse a los ladrones. Por supuesto, si podemos evitar coincidir, mejor. En la mayoría de los robos, los delincuentes vigilan hasta asegurarse que la vivienda está vacía. Aunque, desgraciadamente, hay otro tipo de tácticas que se basan en lo contrario.

Otra variable es que el propietario sorprenda a los ladrones en pleno robo. La recomendación de los expertos es tratar de evitarlo. Si la puerta está forzada, lo mejor es avisar a las fuerzas de seguridad y esperar a que lleguen antes de entrar en casa. De este modo, evitamos riesgos innecesarios.

¿Cómo actuar al descubrir el robo?

Aunque tengamos la certeza de que los ladrones ya no se encuentran en nuestra casa, los primero que debemos hacer siempre ante un caso de robo es avisar a las fuerzas de seguridad. No debemos tocar nada hasta que la policía haya realizado su labor. Después podemos comprobar los objetos que nos han robado y elaborar una lista. La rapidez en estos primeros pasos es importante para tener más posibilidades de recuperar los objetos que nos han robado.

Diversas aseguradoras recuerdan que si nos han robado cheques o tarjetas de crédito o débito debemos comunicarnos con nuestro banco lo antes posible. El tercer paso es avisar al seguro del robo. Para tramitar la indemnización deberemos disponer de una copia de la denuncia y del informe de la policía.

Los seguros del Hogar incluyen, en su inmensa mayoría, la cobertura de robo. La póliza determinará las coberturas y los límites fijados. Si solo hemos asegurado el continente, lo habitual es que el seguro cubra los desperfectos causados por los ladrones al entrar en la vivienda. Si nuestro seguro cubre el contenido, entonces deberemos fijarnos en los límites que establece nuestra póliza a la hora de reponer los objetos sustraídos.

En este sentido, es importante que a la hora de contratar el seguro no caigamos en el error de asegurar por un valor inferior al de las propiedades que tenemos en la vivienda. En el caso de poseer obras de arte o joyas en casa, es aconsejable que nuestro seguro contemple ese valor. Un mediador de seguros podrá ayudarnos en la valoración correcta de las propiedades que tenemos en la vivienda.

Aunque no seamos propietarios del lugar en el que vivimos, es recomendable que contratemos un seguro que cubra el contenido, precisamente para hacer frente a situaciones como un robo.