En la actualidad, estamos en constante presencia del impacto que genera la innovación constante, esto lleva a que los consumidores cambien sus expectativas conforme lo nuevo va apareciendo.
Sin embargo, frente a todo esto, el negocio de los seguros se ha mantenido estable. Aunque las tasas de crecimiento han sido bajas y en lo que se refiere a los retornos de inversión, éstos han sido estables. Esto quiere decir que, el sector tecnológico cuyo impacto ha devastado otras industrias, por lo menos en el caso de las aseguradoras no ha traído consecuencias con un impacto significativo.
Esto no significa que no haya un riesgo importante de una posible disrupción, incluso los ejecutivos de este sector parecen coincidir con esta postura. A esta perspectiva, se une el hecho de que es imposible adelantarse a los cambios y preparar un plan financiero para el período de transformación, ya que no hay una visión clara de cómo será la transformación de la industria en el futuro.
Además, las inversiones en el campo de la digitalización que la industria ha realizado, lamentablemente no han dado los resultados esperados. De ahí que la estrategia más sensata pareciera ser, esperar y ver qué sucede.
Hay que aclarar que el riesgo de una caída o disrupción pareciera estar planteada para un mediano plazo, por lo que las oportunidades de crecimiento de las aseguradoras están en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías como oportunidades de negocio, pues esto se traduce en cambios en los mercados personales y de las empresas.
Oportunidades de crecimiento
Gracias a los datos de un grupo de expertos de la compañía Accenture, en un trabajo a nivel mundial, podemos entender las dimensiones reales de las posibilidades de crecimiento en el mercado asegurador. Ya que, a nivel global se traduce en un potencial de crecimiento para los próximos cinco años, valorado en 375.000 millones de dólares.
Por lo que la clave está en la habilidad de las compañías aseguradoras de adaptarse a los nuevos retos impuestos por los cambios, traducidos en planes de negocios atractivos y modelos operativos que busquen intensificar su relevancia. Sólo así es que se puede tomar una parte de este pastel.
Una estrategia para lograr esta meta consiste en trasformar el negocio asegurador de manera eficiente e innovador en un living businesses. Para lograr esto hay que hacer pequeños cambios, como:
-
- Las living businesses tienen una comprensión dinámica de sus clientes, lo mismo va con los riesgos que éstos enfrentan, ofrecen servicios innovadores buscando preservar la seguridad, proteger la salud, entre otros.
- Acompañados por plataformas modernas que le permiten tener una perspectiva innovadora en cuanto a las propuestas.
- Van más allá de la venta de seguros, encuentran nuevas fuentes y formas para interactuar con los clientes.
- Así mismo, la flexibilidad es una forma de organización y hace parte de la visión del negocio.
En este sentido, las living-businesses sirven como esquema de negocios, para ofrecerle al ámbito asegurador la posibilidad de innovar y mantenerse relevante en un mundo caracterizado por los cambios constantes.