Un siniestro puede impactar en la actividad de una empresa y afectar gravemente en el desarrollo de su negocio.
Cuando se produce un siniestro, las empresas se enfrentan a una serie de pérdidas, tanto de la propiedad como de reputación, y una posible interrupción del negocio.
En estos casos, es importante tener una buena póliza que cubra el siniestro, pero es aún más importante la gestión de la reclamación, de manera competente y rápida.
De esta forma, conseguiremos mitigar el impacto del siniestro, permitiendo que la empresa y las personas que la forman, retomen sus actividades en tiempo y forma.