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El seguro, por sus características, es un buen termómetro para evaluar el alcance este fenómeno dual que marcara los próximos meses. Durante el mes de mayo, los datos recopilados por los agentes y corredores de seguros revelan que las consultas sobre los seguros de viajes se dispararon en un 45% ante la perspectiva de un relajamiento en las restricciones a los desplazamientos.

Según informa el Consejo General, institución que agrupa a los colegios provinciales de agentes y corredores de seguros, este interés por las coberturas aseguradoras relacionadas con los viajes constata las ganas de desplazarse que hay en la sociedad, pero también la consciencia de que existen riesgos y la voluntad de protegerse.

Las aseguradoras ofrecen coberturas específicas

Las compañías aseguradoras reaccionaron con rapidez ante la situación creada por la pandemia y ya desde el verano pasado incluyeron coberturas en las pólizas de viajes que están pensadas para situaciones derivadas del Covid-19.  La mayoría de estos seguros incluyen ahora los pagos derivados de los gastos de anulación de un viaje en España en caso de que nos contagiemos; las pruebas PCR; asistencia médica; transporte de retorno si enfermamos a causa del virus y los gastos si hemos de hacer una cuarentena en nuestro lugar de destino si nos infectamos o por el cierre de fronteras.

Los representantes de los mediadores de seguros advierten de que, hasta el momento, aproximadamente 15 países y regiones requieren un certificado de seguro que incluya de forma explícita, entre otras condiciones, la cobertura de los gastos de asistencia médica por coronavirus.

Los especialistas en seguros aconsejan que si queremos contratar un seguro de viaje debemos confirmar que incluyen las siguientes coberturas relacionadas con la pandemia y sus riesgos y tomar algunas precauciones antes de formalizar la contratación de la póliza:

Garantía de anulación. Para disponer de esta cobertura es necesario, en la mayoría de los casos, que contratemos el seguro antes de incurrir en los primeros gastos relacionados con la reserva de hotel, billetes de avión, …

Repatriación sin límites. Aunque es muy habitual, los especialistas en seguros aconsejan que comprobemos que esta cobertura no tenga una limitación cuantitativa, por ejemplo, en la repatriación en aviones medicalizados.

Los capitales de la asistencia sanitaria. Este es otro factor que marca la diferencia entre las ofertas de seguros de viaje que hay en el mercado. Por ejemplo, en países como EEUU, la atención médica tiene un coste muy elevado y no existe una alternativa pública para turistas. Debemos constatar que las cantidades que ofrece la póliza para esta cobertura se ajustan a la realidad de los costes sanitarios del país al que viajamos.

Por otra parte, es importante que tengamos en cuenta las exclusiones de estas pólizas. Por ejemplo, la participación en pruebas deportivas, incluso de carácter popular, si tenemos más de 70 años, padecemos enfermedades crónicas y las consecuencias que puedan acarrear en prótesis, audífonos o lentes de contacto, por citar algunas prótesis.

En cuanto a la responsabilidad civil, es decir, los gastos e indemnizaciones a los que tengamos que hacer frente si causamos daños a terceros, los mediadores recomiendan comprobar las cantidades consignadas por nuestra póliza del hogar para hacer frente a este tipo de situaciones, así como posibles exclusiones. Hemos de confirmar que la cantidad prevista se ajusta a la realidad de este tipo de reclamaciones en el país al que vamos a viajar.

Agentes y corredores recomiendan que antes de formalizar una póliza recurramos al asesoramiento profesional. La mayor parte de los seguros de asistencia en viaje son comercializados por mediadores y prescriptores, especialmente, agencias de viajes.